Intervención Psicosocial en Emergencias y Desastre.

Los desastres tienen la posibilidad de presentarse en cualquier país del mundo, sin embargo por múltiples razones los países pobres sufren mucho más el impacto de los mismos, debido a que cuentan menos recursos económicos, tecnológicos para la prevención y reconstrucción. La existencia de viviendas en zonas de alto riesgo, malas condiciones sanitarias y ambientes que incrementan la vulnerabilidad antes estos eventos.

Los efectos de los desastres sobre la salud física suelen ser bastante conocidos, con secuelas a corto, mediano y largo plazo, en cambio no siempre se han reconocido de igual manera los efectos sobre la salud mental, a pesar de haberse demostrado que en situaciones de desastres y emergencias complejas se produce un incremento en los signos de sufrimiento psicológico como la aflicción y el miedo. Se estima entre la tercera parte y la mitad de la población expuesta a eventos y según la magnitud del desastre los problemas de salud mental en los sobrevivientes requieren atención durante un periodo prolongado.

Cuando se habla de impacto psicosocial se refiere a los efectos que generan los desastres en el ámbito psicológico individual, familiar y social de las víctimas, todo este conjunto de efectos repercute en las condiciones y proyectos de la vida individual y colectiva , las respuestas para atender el impacto de los desastres en la salud mental de las poblaciones afectadas han aumentado debido a la necesidad de un abordaje integral, por lo tanto los/las Trabajadores/as Social tenemos la capacidad de acompañar en la construcción de defensas de las personas en el ámbito familiar y comunitario por medio de procesos de aprendizaje que permitan moldear una personalidad más fuerte y preparada para enfrentar y superar las adversidades de la vida.

Bajo la línea del proceso de aprendizaje comprender las consecuencias psicológicas expuestas ante los eventos en que se presenta una persona, irá sumando experiencia y capacidad de tolerar la frustración, la impotencia y la esperanza que se puede superar los escollos, todo esto construye la personalidad y contribuye al desarrollo de la resiliencia, que es la capacidad de resurgir de las adversidades, donde la familia como medio protector brindan seguridad y afecto, facilitando la labor del Trabajador/a Social, pese a que la familia se encuentre afecta, esta unidad por lo tanto se crean vínculos de confianza a nivel individual y colectivo. Al mismo tiempo el Trabajador/a Social busca apoyo en el grupo social, redes de apoyo que le permita el acercamiento individual y colectivo.

Nadie está preparado al cien por ciento ante los eventos de desastres y emergencias y en natural el miedo y la tensión que se presenta, sin embargo hay que tratar de normalizar el equilibrio emocional para dar una pronta respuestas a aquellos que nos necesiten.

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